buscando el cobijo en las sombras de tu silueta,
será que todos esos ángulos, abiertos,
que te sostenían
ya no son el manantial del deseo
desde el que lavábamos todo nuestro cariño.
Será que el agua
en su venir de ola
te arrastró (con la espuma)
dejando sólo tus huellas
para reconocerte.
(Será que sólo me quedan tus pies...)
No hay comentarios:
Publicar un comentario