y, tú, de puntillas,
me retiras todas las escaleras.
Dices que las vueltas que da la vida
son como las tardes de agosto bailando con el hula hoop
y, a veces,
te creo
porque me lo dicen tus años.
Estamos, lo suficientemente solos, como para mentirnos.
No hay comentarios:
Publicar un comentario