domingo, 27 de junio de 2010

Laberinto
 
Este es tiempo de reposo para el alma 
porque no puede tragar tantos sentimientos, 
cerca de los treinta está el precipicio, 
es un acto de fe, 
todos lo sabemos, 
lo que haya o no al otro lado de la roca no importa 
porque todo lo que tienes que hacer es soportarte, 
en el buen sentido de la palabra 
sostenerte para no caer. 

Los años regalan la calma de todas las horas 
a muy bajo precio 
pero todos queremos robarla, 
se aprende a vivir 
cuando se es demasiado viejo para vivir 
y entonces se contempla la vida en otras vidas que aún no saben vivir; 
ése es el juego. 

Yo me culpo por no haber sabido vivir 
ahora que abro los regalos.