domingo, 5 de diciembre de 2010

A veces mi sombra me recuerda que estoy contra la vida, 
ella que se arrastra y me persigue, 
que camina a mi espalda recogiendo las sucias huellas 
que rellenan su silueta. 

Me recuerda que estoy contra la vida 
cuando me grita las oscuras verdades, 
cuando me sobrepasa y es toda muerte 
        y yo, con rabia, la miro cara a cara. 
Entonces se vuelve sublime y cruje 
        como una grieta en las calles estrechas, 
escapa por las paredes hasta dejarme 
infinitamente pequeña, 
y en la más absoluta oscuridad 
me chilla 
que estoy contra la vida.