haremos bolitas con las migas de pan
que acompañan nuestra mesa,
y entre tinto y tinto
nos veremos en los años
que arrugan nuestras cejas.
Te daré el pan,
como te he prometido
mientras se pone el sol
a la espalda del sombrero de paja.
¡Qué sabrán si tuvimos hijos!
Me darás el vino,
como dijiste
mientras se cubre la noche de luna
y se enciende la vida en la cima del monte.
¡Qué sabrán cuando pasen los años!
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