De repente he decidido que no juego
y me he apartado del mundo
como si fuera una experiencia nueva
como si fuesen a echarme de menos
como si me pesara sentirme alienada.
He recogido mis cosas y he entrado en casa,
he anotado la compra de mañana
y al desvestirme,
la magia se ha desvanecido
dejando un triste tintineo en mi corazón.
¡Sobrevivo al viernes
a las impacientes tardes rutinarias del calendario!
Sobrevivo al viernes
lumajuemiersabdomingo
se agolpan en mi boca,
en mi frente,
en mis piernas
sobrevivo a todos
a las horas inquietas
a los nombres
a los juicios y las sospechas
al consuelo
a los implacables interrogantes de los demás.
Apenas tintineo.
Cierro la puerta.
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